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Psicología Clínica y Psiquiatría infantil
y de Adolescentes en Albacete

¿Cómo puedo ayudaros con vuestros hijos?

Os puedo ayudar con hiperactividad.... déficit de atención... depresión infantil... autismo... ansiedad... problemas de aprendizaje... obsesiones... crisis de adolescencia... apoyo a padres...

Hola, soy Carmen Abellán

Psicóloga especialista en Psicología Clínica.

Os ayudo, padres y niños, a comprender mejor vuestras necesidades en este momento de vuestra vida.
Mejoraréis vuestra relación y disminuirá vuestro sufrimiento.

Cada niño, como cada persona, es único y especial

Mis pacientes

Preguntas frecuentes

En el caso de los niños y adolescentes se da la particularidad de que no suelen ser ellos mismos quienes piden ayuda, sino otras personas (padres, profesores, el pediatra…).  No es infrecuente en ocasiones encontrarse con “varios” motivos de consulta, ya que cada persona de la familia, incluidos los niños, podéis tener un sentido u opinión acerca del mismo. 
 
De manera general, se recomienda pedir ayuda si observáis cambios (en su ánimo, actividad, comportamiento, rendimiento, actitud…) que perduran en el tiempo y que le ocasionen dificultades en su vida. Por ejemplo, un niño que siempre ha sido alegre y ha disfrutado de las relaciones con sus amigos, ahora prefiera estar solo desde un tiempo a esta parte, y se le observa además triste y poco comunicativo. 
Son los dos tipos de figuras del Psicologo que existen en la actualidad. 
 
La diferencia principal es que siguen itinerarios formativos y de experiencia diferentes: en el caso de Psicologo Sanitario, el Grado en Psicología y un Master General Sanitario que suele durar dos años, con un número determinado de horas de prácticas en centros privados o públicos y un trabajo de final de máster que les evaluará. 
 
La ley les capacita así para  trabajar en centros únicamente privados, como consultas. 
 
El Psicólogo Clínico, además del Grado o Licenciatura en Paicología, ha hecho un examen conocido como PIR (el equivalente al MIR en Medicina) muy duro por la escasez de plazas que hay para esta especialidad, para acceder a una plaza en de Formación Especializada en un Hospital acreditado del territorio español. Si consigue aprobar, durante 4 años trabajará en un hospital, haciendo prácticas con pacientes reales, realizando formaciones y cursos, investigaciones, ponencias, Congresos, etc. de manera supervisada y cada vez más autónomamente. Al terminar este período de 4 años obtiene en titulo de Facultativo Especialista en Psicología Clínica, equivalente al de cualquier otra especialidad médica (Pediatría, Psiquiatría, Ginecología…).
 
La ley les capacita para trabajar en hospitales públicos y centros privados. 
 
Depende de muchos factores y no existe una respuesta universal: el tipo de problema, lo que lleve manteniéndose, la implicación y colaboración de paciente y familia, la técnica usada. En múltiples investigaciones se ha demostrado que también buena parte del resultado de una terapia queda explicado por la relación terapéutica. 
 
Lo que sí recomendamos encarecidamente es ser constantes en nuestro tratamiento, como en cualquier otro (si vas al fisio, mejorarás antes si asistes a su consulta y realizas los ejercicios que te prescriben a diario, a si acudes una vez al mes).
A los padres os tenemos siempre muy en cuenta. La edad de vuestro hijo es importante aquí: 
 
Si vuestro hijo es muy pequeño (menos de 7-8 años), cobraréis mucho más protagonismo en las sesiones y la terapia, mientras que si son adolescentes, será menor. 
No. Es cierto que el ambiente que se crea en consulta es muy distendido y agradable. Podemos hablar de cualquier tema, no hay mesas como si fuera un hospital, hasta a veces podemos poner algo de música que nos guste y podemos sentirnos como en casa y llegar a sentir auténtico afecto mutuamente, porque también nosotros somos personas, y de hecho, es habitual que así suceda. 
 
Pero nosotros no somos amigos. 
 
Somos adultos que os escuchamos, y que vamos a tratar de ayudaros a entender lo que sucede a vosotros y en vuestra familia, de manera profesional, con técnicas, orientaciones, prescripciones eficaces, pero con ciertos limites con respecto a los amigos. 
 
No quedamos fuera de la consulta por ejemplo, ni nos telefoneamos. Firmamos un contrato terapéutico al empezar a trabajar donde se os pide además un compromiso.
No. Solo hay una excepción y si llega ese momento, tú lo sabrás, y es si tu vida corriera peligro, o pudieras hacer daño a los demás, consciente o inconscientemente. 
 
Ahí sí pediríamos hablar con tus padres porque como comprenderá, tu vida es lo más importante, pero siempre será contando contigo.
 
No. Como Psicólogos clínicos nos sentimos satisfechos con nuestro trabajo y tratamos de hacerlo desde la excelencia. 
 
Para eso, como contamos ahí arriba, hemos invertido muchísimos años de experiencia y formación constante (¡en nuestro caso, más de 20! Y seguimos haciéndolo… ), y viendo cientos de casos como el tuyo. 
 
Esa experiencia vale mucho. Que nadie nace sabiendo, eso está claro. 
 
Porque no sólo pagamos por el tiempo de la sesión, sino por el tratamiento experimentado que recibimos en esa sesión. 
 
¿Alguna vez te has planteado dejar de ir a un Especialista (Ginecólogo, Dermatólogo, Rehabilitador…) si cobraran el precio de nuestras sesiones?
Seguramente no. Nosotros también somos Facultativos Especialistas, como cualquier otra especialidad, y ponemos en valor nuestro trabajo y experiencia.
Con los años hemos ido aprendiendo que no hace
falta convencer a nadie de que un Psiquiatra Infanto-Juvenil puede ayudar, y mucho, cuando el malestar traspasa el límite de lo llevadero. 
 
La gente se da cuenta por sí misma cuando se atreve a llamar  y ve cómo pudieron haber paliado el malestar si lo hubieran hecho antes. La ansiedad, la tristeza, el insomnio, las dificultades para mantener la atención y la concentración en los estudios, los pensamientos de querer apearse de la
vida, la impulsividad, las ganas de llorar sin saber bien por qué y un largo etcétera de sensaciones que de forma cotidiana
podemos experimentar, son algunos de los síntomas que se pueden abordar
acompañados por un Psiquiatra y muchas veces, complementado por una terapia Psicológica. 
 
Sin duda, el mejor regalo del día sucede cuando un niño o adolescente, que se negaba a venir a esa primera consulta, nos dice al terminar: “pues no ha estado tan mal como imaginaba”.

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